Cuando nació mi hija lloró enseguida, sus pulmones se llenaron del aire de acá; su voz era potente, es potente, ella es potencia. Sigue expresándose para muchas cosas con el llanto, para todo lo que no puede decir pero quiere o siente. Me pregunto cuándo dejé de llorar yo, cuándo dejamos de llorar ¿A los cinco, a los siete? Tengo idea de que lloraba a una edad mayor que esa, a los diez o doce, pero que después sentía vergüenza, por haberlo soltado todo, por haberlo mostrado todo, por haberlo dicho todo.
sábado, 25 de mayo de 2013
Diego.
Cuando nació mi hija lloró enseguida, sus pulmones se llenaron del aire de acá; su voz era potente, es potente, ella es potencia. Sigue expresándose para muchas cosas con el llanto, para todo lo que no puede decir pero quiere o siente. Me pregunto cuándo dejé de llorar yo, cuándo dejamos de llorar ¿A los cinco, a los siete? Tengo idea de que lloraba a una edad mayor que esa, a los diez o doce, pero que después sentía vergüenza, por haberlo soltado todo, por haberlo mostrado todo, por haberlo dicho todo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)