¿Qué
tengo que hacer? Vas y venis, diez veces, estilo crol. ¿Eso nada
más? ¿Qué sentido tiene?. No te entiendo la pregunta, es ir
acostumbrando el cuerpo al agua, los pulmones, los brazos, las
piernas. Mientras me decía eso, de sólo pensarlo, ya me aburría.
No
vayas más sino queres, ¿Y qué voy a hacer entonces?. Pensar que te gustaría
hacer ¿Y si no me gusta nada nunca más?. Mi madre detuvo el auto
porque me largué a llorar. Más tarde, en el baño de la
confiteria, me miré al espejo y me vi grande, tenía los ojos
hinchados de llorar, me vi la cara alargada, la naríz distinta;
después ya no, en casa ya no.
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